4ª Generación

 

4ª Generación

 

SALVADOR RODRÍGUEZ CASIELLES (Málaga, 1870-¿?, s. XX)

    Los principales datos biográficos del guitarrista flamenco Salvador Rodríguez fueron proporcionados por Domingo Prat en su Diccionario de guitarristas. Según Prat, desde niño se dedicó al rasgueo y «actuó por espacio de más de treinta años en aquel renombrado ‘Café de Chinitas’, en la ciudad de Málaga».

    Según Eusebio Rioja en su publicación sobre Los Cafés Cantantes de Málaga: «En ‘El Turco’ comenzó  a actuar el maestro Salvador Rodríguez, que más tarde quedó como guitarrista ‘oficial’ del ‘Chinitas'» (Guía de Málaga, 1894, págs. 82-83, cit. web JondoWeb aquí).

     También «Fue el director del cuadro flamenco del Café de Chinitas, cuadro flamenco que actuaba en los intermedios de la interpretaciones del cuadro cómico-lírico dirigido por el primer actor José María Aragón. Así aparece durante los meses de noviembre y diciembre de 1887, en enero de 1898 y el 20 de marzo de 1901» (Los Cafés Cantantes de Málaga, pág. 28).

      Y sobre el repertorio que interpretaba, Domingo Prat señala que: «La larga lista de danzas y cantos regionales del rico folklore andaluz, como boleras, panaderos, sevillanas, soleares, malagueñas, fandanguillos, cartageneras, etc., fueron constantemente pasados por aquella pantalla del ‘tablao’, animado todos por el arte de su sobria guitarra, acompañando con singular estilo lo mismo al ‘cantaor Breva’ en las ‘malagueñas’, que a ‘Rodriguillo’ en las ‘serranas’, y en la ‘seguiriya’ al Chato de Jerez y a la Parrala en sus inimitables ‘soleares’.» (Pág. 268).

      En los años treinta, cuando la publicación del diccionario de Prat, Salvador Rodríguez ya estaba jubilado de su profesión de guitarrista y «Hoy, en la escalera de la vejez, espera tranquilo que concluya la película de su existencia». 

 

JUAN GANDULLA PADILLA HABICHUELA (Cádiz, 1871-Madrid, 1925)

 Juan Gandulla Padilla es uno de los tocaores más representativos de la cuarta generación de la escuela gaditana del toque.

 

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Juan Gandulla «Habichuela» (Imagen extraída del libro de Fernando de Triana)

 

     Alumno en su infancia de El Maestro Patiño, sus primeras actuaciones fueron en la década de los noventa del siglo XIX, y en la primera década del siglo XX constan diversas actuaciones suyas en teatros, ventas y cafés gaditanos acompañando el cante de Francisco Lema «Fosforito» y de Antonio Chacón.

 

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(Imagen extraída del blog Cádiz Flamenco aquí)

     

   Asimismo, la prensa local recogió actuaciones en las décadas de los diez y los veinte de Antonio Chacón junto a Habichuela en teatros de Jerez, Almería, Sevilla y Madrid (ver recortes de prensa en la entrada sobre Juan Gandulla Habichuela en el  blog de Antonio Barberán aquí).

Desde Cádiz y en fecha muy temprana Juan Gandulla realizó diversas actuaciones formando parte de pequeños cuadros flamencos, con bailaor/ora, un par de cantaores y uno o dos guitarristas, en localidades como Oviedo, Sevilla e incluso, según el investigador Antonio Cristo (ver artículo completo en la Revista Alboreá  aquíen Europa, como en los años 1905 y 1924 que acompañó a Pastora Pavón «La Niña de los Peines» en sus giras por el territorio español, el norte de Marruecos y el sur de Francia.

Los términos con los que la prensa hacía referencia a Juan Gandulla son de «notabilísimo guitarrista», «célebre tocador de guitarra» y «notabilísimo profesor de guitarra, único en España, y muy aplaudido en los principales teatros en el extranjero ‘El Habichuela'», equiparándolo en celebridad con Antonio Chacón «al no menos célebre tocador de guitarra conocido por Habichuela».  

 

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(Imagen extraída del blog Cádiz flamenco aquí)

 

    Según los datos aportados por Antonio Cristo, Juan Gandulla Habichuela fue uno de los guitarristas que más actuaron junto a los cantaores más conocidos del momento, Antonio Chacón, Manuel Torre, La Serrana, El Niño de Cabra, El Cojo de Málaga, Pena padre, Joaquín «El Tabaco», Fosforito, Niño Medina, El Mochuelo, La Moreno, Juan Mojama y La Niña de los Peines.  

    También acompañó a las figuras del baile de la época: Salud y Dolores Rodríguez «Las Hijas del Ciego», Las Coquineras, La Macarrona, El Estampío, Ramirito, La Malena, La Geroma y Pastora Imperio.  

     Y asimismo, destaca la relación que debió tener con otros guitarristas contemporáneos a él, como El Maestro Patiño y Joaquín Rodríguez «El Hijo del Ciego», principalmente, guitarristas de la 1ª Generación del toque de finales del siglo XIX y de  la 3ª Generación del toque de finales del siglo XIX, respectivamente, junto a otros como Currito de la Geroma, quien fue discípulo suyo. 

 

 

ANTONIO ROMERO REYES «EL TRIPA» (Linares (Jaén), 1874-1904)

    Antonio Romero fue padre de El Tripa y abuelo de El Porreto, según Blas Vega y Ríos Ruiz. Domingo Prat recogió su semblanza y señaló de él que «fue artista por temperamento. Breve fué su vida y brillante su actuación.» y un «manantial de inventiva, de colorido y sentimiento.» (pág. 272).

De su faceta como profesor, entre sus alumnos destacó su discípulo José Sirera.  

 

 

JUAN NAVAS (Málaga, 1874-1949)

   Juan Navas fue discípulo de Juan Parga. Según Blas Vega/Ríos Ruiz acompañó en edad temprana en el Café El Turco de Málaga al cantaor Loringuillo. Según dichos autores: «Su trayectoria artística se desarrolló principalmente en las reuniones de cabales, en ventas malagueñas como la de Guijarro y la de La Trini, en las que le tocó a cantaores como Juan Breva, Rafael Moreno, Fernando el de Triana y Cayetano Muriel, entre otros artífices del cante» (pág. 540).

    Francisco  Bejarano Robles en su publicación Cafés de Málaga aporta la información de las actuaciones de Juan Navas en el Café de Chinitas (Cit. en Eusebio Rioja, 2013, pág. 27).

 

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Juan Navas (Imagen extraída de Blas Vega/Ríos Ruiz, 1988, Tomo II, pág. 540)

 

     Los conocimientos musicales de Juan Navas probablemente tuvieron un cierto nivel ya que han llegado hasta la actualidad un gran número de falsetas transcritas por él de otros guitarristas contemporáneos.

    Eusebio Rioja cita en su publicación sobre los Cafés Cantantes de Málaga (2013) una falseta por alegría original del también guitarrista Manolito el Torero que transcribió Juan Navas.

El musicólogo Manuel García Matos recibió más de mil falsetas originales de Juan Navas que están en los archivos del Instituto Español de Musicología en el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) de Barcelona.    

SALVADOR BALLESTEROS SEGURA (Madrid, 1876-1956)

   Domingo Prat aportó los primeros datos del guitarrista madrileño Salvador Ballesteros destacando el éxito que tuvo en varias ciudades españolas y particularmente en Madrid.

Sobre Ballesteros, Prat resaltó que: 

       «Domina admirablemente todo el variado repertorio del género que cultiva, y en el cual se ha erigido como uno de los más valiosos exponentes, siendo muy solicitado por los ‘cantaores’ flamenquinos, debido a sus personales condiciones que revela en las tarantas, cartageneras, fandanguillos y zapateados» (pág. 38).

 

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(Imagen extraída del blog El Arte de Vivir el flamenco aquí)

      Con posterioridad, Blas Vega y Ríos Ruiz ampliaron la información sobre los inicios de Ballesteros:

       «Conoció desde niño a los grandes artistas del flamenco, que frecuentaban el colmao de su padre. Se inició en el Liceo Rius, instalado en la calle Atocha, debutando seguidamente en el Teatro Romea, para acompañar el cante de Paca Aguilera.» (1989, pág. 83)

             Salvador Ballesteros fue uno de los guitarristas pioneros en incorporarse a los elencos de los ballets flamencos creados a principios del siglo XX, en concreto al formar parte del elenco de Antonia Mercé «La Argentina» a quien conoció siendo una niña, en el Teatro Romea de Madrid, y con quien actuó a lo largo de toda la carrera artística de la bailaora hasta el fallecimiento de La Argentina

 

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(Imagen extraída del blog El Arte de Vivir el flamenco aquí)

 

     Las fuentes que atestiguan los viajes de La Argentina por el extranjero, como en Japón, no hacen mención del guitarrista que le acompañaba, aunque presumiblemente se trata de Salvador Ballesteros.      

    En el año 1915 Salvador Ballesteros participa acompañando el baile de La Argentina por soleares, tangos y alegrías en la Fiesta de la Danza celebrada en el Ateneo de Madrid (ver en el blog Papeles flamencos aquí).

 

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(Imagen extraída del blog Papeles Flamencos aquí)

 

   En el año 1928 grabó junto a Encarnación López «La Argentinita» un acompañamiento de guitarra al recitado de la bailarina, en la composición «Cante Jondo» y que se puede escuchar en el blog El Arqueólogo musical aquí. 

     En el año 1935 participó en el Festival Exaltación del arte flamenco en el Teatro Español de Madrid, festival cuyo objetivo era recaudar fondos para editar el libro de Fernando el de Triana, Arte y artistas flamencos

 

 

JOSÉ CAPINETTI RODRÍGUEZ (San Fernando (Cádiz), 1878-1952)

 

    José Capinetti forma parte de la escuela del toque gaditana iniciada por el Maestro Patiño y continuada por Manuel Pérez «el Pollo» y Juan Gandulla «Habichuela», entre otros (Ver las 1ª Generación de tocaores de finales del siglo XIX y principios del s. XX). Gran desconocido hasta la actualidad, las investigaciones de Antonio Barberán, Salvador Aleu Suazo, Javier Osuna y David Pérez Merinero, entre otros, han proporcionado datos importantes para conocer el papel que José Capinetti tuvo tanto en la fijación de los toques como en la transmisión de algunos cantes. A continuación sintetizo dichos datos extraídos de los diferentes blogs y libros.

 

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(Imagen extraída de Cádiz Flamenco aquí)

 

 

    Las primeras actuaciones reseñadas por la crítica periodística conocidas son las que ofreció en Madrid en la primera década del siglo XX, en el Café de las Veneras y el Concert madrileño, como guitarrista de acompañamiento en los cuadros flamencos de la época.

 

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(Imagen extraída del blog Cádiz Flamenco aquí)

 

    En estas dos reseñas de las actuaciones de Capinetti en Madrid, destaca que el nombre del guitarrista aparece junto al cantor que acompaña: José Capinetti junto a Francisco Niño Martínez, Ideal Gerona y Gloria la Cordobesa (en el año 1913), así como junto a El Mochuelo y el también guitarrista Joaquín Rodríguez «El Hijo del Ciego».

Por el contrario, en la tercera reseña sacada a la luz por Antonio Barberán, la pareja flamenca es la formada por Luisa Requejo y José Crevola, mientras que el resto de los artistas anunciados se presentan de manera solista, Adela Cubas como concertista de guitarra, y José Capinetti y El Cordobés como tocadores de guitarra, sin ningún nombre de cantaor o bailaor a quien acompañar. ¿Esto indica que José Capinetti realizaba también algún número de solo de guitarra? No tenemos más datos para poder confirmarlo.

 

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    Por su parte, Javier Osuna en la entrada sobre José Capinetti en su blog «Los Fardos de Pericón» (ver aquí) ofrece diversas reseñas periodísticas sobre las actuaciones en Cádiz en la segunda década del siglo XX, en el Café Alhambra, acompañando a los cantaores Manolita Domínguez y a Triana. La crónica habla de Capinetti como «el sentimentalista, que sabe arrancar de la guitarra las dulzuras y los amargores del alma andaluza, ha compartido con ella [Manolita Domínguez] los aplausos».  

     También en el Cádiz de principios de siglo quedó reseñado el acompañamiento que José Capinetti realizó al baile, en el Kursaal gaditano, junto a la bailaora Eloisa Inárder, (ver en el blog los originales aquí), así como junto a Aurelio Sellés, Capinetti se incorporó a la compañía de Dora la Cordobesa, de gira por Cádiz con su espectáculo La zambra gitana en el Teatro Principal, junto a otros artistas.

 

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(Imagen extraída del blog Papeles flamencos aquí

 

    En el año 1926 José Capinetti se encuentra en Valencia acompañando a Manolo Caracol, y la prensa lo cita como «acompañado a la guitarra por el notable profesor gaditano a la guitarra Jose Capinetry».

 

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(Imagen extraída del blog Papeles flamencos aquí)

 

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(Imagen extraída del blog Papeles Flamencos aquí)

 

    Por último, en los años treinta José Capinetti realizó actuaciones en Jerez, Córdoba y Cádiz, y en los años cuarenta participó en los llamados espectáculos folclóricos, sainetes costumbristas con temática folclórica, muy del gusto de la época. (Ver cartel del sainete «Solera de Cádiz» en el blog Los Fardos de Pericón aquí). 

   Aficionado cantaor, José Capinetti fue un gran conocedor y transmisor de la Malagueña doble de El Mellizo, y a través del acompañamiento a Aurelio Sellés, según José Manuel Gamboa, que en las alegrías lo llevaba a cabo con el acorde de Do Mayor, marcó tendencia y se impuso al resto de posibles acordes por alegrías en mayor.

    Pese a haber acompañado a varios cantaores a lo largo de su vida profesional, a José Capinetti especialmente se le conoce como el acompañante de Aurelio Sellés. Su escuela la transmitió principalmente a Eugenio Salas «El Niño de los Rizos» y a Félix de Utrera.  

 

 

RAMÓN MONTOYA (Madrid, 1880-1949)

    Sobre la aportación a la guitarra y la personalidad de Ramón Montoya, Domingo Prat escribió una de las más interesantes referencias al respecto  que a continuación reproducimos:

    «La personalidad artística e instrumentista de Ramón Montoya es de las que se admiran en el plano superior de lo grande y lo bello. Al contrario de muchos de sus colegas, no ha necesitado para su presentación sobrenombres llamativos, que dan una idea del ambiente del ‘toque’, nada sobrado en cultura. El, como Borrull, nació lejos de la región andaluza, lo que hizo que su espiritualidad despertara oportunamente sin los prejuicios que llevan en sí las miserias del ‘tablao’. Su ya larga actuación en las distintas manifestaciones en que interviene el ‘tocaor’ ha sido una serie ininterrumpida de éxitos que le han valido el justo adjetivo con que encabemos estas líneas […] Montoya produce en la guitarra la variada gama folklórica sur-hispana, mereciendo siempre especial elogio por los maravillosos giros que imprime a su labor, evocando con sin par belleza las distintas tonadas y ritmos de la musa andaluza, que tantas veces ha inspirado a grandes compositores » (Domingo Prat, pág. 213).

   Los inicios de Ramón Montoya fueron narrados en numerosas ocasiones por el propio guitarrista. En una entrevista en «El caballero audaz», Montoya habló de sus principios profesionales y su aprendizaje:

   «Aunque yo nací en Madrid, mi familia vivía en Aranjuez, y tenía negocios de ganado. Acostumbraban a ir a todas las ferias andaluzas, y como eran muy buenos aficionados, aprendían los estilos del cante jondo. A mí, lo que me llamaba más la atención era la guitarra, y procuraba fijarme en lo que hacían los buenos tocaores que en plan de amigos pasaban por mi casa. Todavía era un mocoso y ya me iba a los cafés cantantes. En uno de ellos conocí a El Canito, que era hijo de unos aguadores gallegos, y para mí -claro que a esa edad mía de catorce años ya no podía juzgar a otros que no conocía, pero que aún recuerdo que tocaba muy gracioso- uno de los mejores tocaores del mundo» (Cit. en el blog Papeles flamencos aquí)

    Ramón Montoya se inició en el Café de la Marina, en el que debutó y estuvo como guitarrista a lo largo de ocho años. En dicho café Montoya estuvo acompañando el baile de Faíco y junto a él recreó el acompañamiento de la farruca y el garrotín. Otros cafés madrileños en los que actuó fueron el Café de Naranjeros, el Café del Gato, el Café de la Magdalena y el Café del Pez

 

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Ramón Montoya (Imagen extraída de Blas Vega/Ríos Ruiz, 1990, pág. 507)

 

     En la primera década del siglo XX, Ramón Montoya acompañaba el cante de Pepe de la Matrona junto a Luis Molina, a El Niño de la Isla con sus «Malagueñas estilo Enrique el Mellizo» (citado en el blog Flamenco de papel aquí);  a Juan Breva, a La Niña de los Peines y a José Luis López «El Niño de las Marianas» con su cante por marianas. 

   También en estos primeros años, Montoya participó en numerosos espectáculos flamencos: en el año 1911 figura en el cuadro español «Una fiesta en Sevilla» con la pareja de bailaores Carmen Díaz y Enrique Sánchez en Madrid (ver en el blog Flamencas por derecho aquí), y en septiembre del mismo año en el Teatro Romea de Madrid de nuevo acompaña el baile de Carmen Díaz y Enrique Sánchez y a La Antequerana.

En 1913 acompañó a La Niña de los Peines en el Trianon Palace y en el Salón Novedades, ambos en Valencia. La crónica del periódico El Pueblo comentó sobre Montoya: «Le acompaña con la guitarra magistralmente el maestro Montoya, á quien quisiéramos oir una noche solo, solito, sin que aquellos magníficos punteados sean el acompañamiento de los jipíos.»

 

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(Imagen extraída de Papeles Flamencos aquí)

 

Y en el año 1918, Ramón Montoya acompañó en el Teatro Romera de Madrid a la bailarina La Checa, quien debutó ejecutando bailes españoles (citado en el blog El Eco de la Memoria aquí).  Otras poblaciones en las que actuó Ramón Montoya, entre los años 1916 a 1919, fueron la localidad de Valdepeñas en Ciudad Real, acompañando a Antonio Chacón.  

    Hay que destacar que en fecha temprana como el año 1917, Ramón Montoya y Luis Molina ofrecieron conciertos de guitarra, según el cronista: «Arrancan al acariciar suavemente, dulcemente, las cuerdas de la clásica guitarra, el instrumento español por excelencia, y no cesa un momento de aplaudir con entusiasmo á los regeneradores del toque flamenco» (Citado en Flamenco de papel aquí). (Sobre la faceta concertística de Montoya ver en este blog  Ramón Montoya).

 

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Revist «Toros y toreros», 11 de septiembre de 1917 (Imagen extraída del blog Flamenco de papel aquí)

 

  En la década de los veinte del siglo XX los éxitos de Ramón Montoya ya tienen el reconocimiento del público, fama que reflejan todas las crónicas de los eventos en los que participa y a su vez se evidencia en su participación en el año 1922 como guitarrista principal en el Concurso de Cante Jondo de Granada, organizado entre otros por Manuel de Falla y Federico García Lorca, hecho indicativo de la importancia que había adquirido Montoya como el principal guitarrista flamenco de la época.

   Otro acontecimiento importante que refleja los éxitos de Ramón Montoya es su participación en el año 1925 como uno de los guitarristas oficiales de la Copa Pavón, certamen de cante jondo que ganó Manuel Vallejo, acompañando al cante de El Niño de Marchena, Manuel Vallejo, Manuel Escacena y El Cojo de Málaga.  

 

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Manuel Vallejo recibiendo la Copa Pavón de manos de Antonio Chacón, a la derecha Ramón Montoya (Imagen extraída del blog Flamenco de papel aquí)

    También en el año 1922  Montoya participa en el elenco de la «fiesta del cante jondo» en una actuación benéfica en el Club Parisiana de Madrid junto a María Amaya, Pavón, Diego Bermúdez, Antonio Chacón y un cuadro de gitanas de Granada.

 

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Revista El Sol, 2 de agosto de 1922 (Imagen extraída del blog Flamenco de papel aquí)

 

     Se publicaron distintas crónicas del mismo acontecimiento, en el diario «La Época» y en el Heraldo de Madrid, ambos destacando a «el famoso Montoya» (ver en el blog Flamenco de  papel aquí).

   Su ascendente trayectoria profesional se mantuvo en todos los ámbitos del flamenco: como guitarrista acompañante al cante, actuó junto a Diego Moreno «El Personita» y Antonio Chacón, entre otros; como acompañante al baile, junto a Las Macarronas, Salud «La hija del ciego», Anita Caña, La Mejorana, Antonio de Bilbao, etc., y como guitarrista acompañante en las grabaciones de la época realizó grabaciones junto a Bernardo el de los Lobitos, con los cantes de minera y siguiriya (escuchar audios en el blog Flamenco en mi memoria aquí), a La Niña de Linares con unas tarantas ( aquí),  a Pepe Rebollo por fandangos y media granaína, y a Eduardo García Ruiz «El Chata de Vicálvaro», entre muchos otros.

  Otros acontecimientos en los que participó Ramón Montoya en los años veinte, fueron la colaboración con Antonio Chacón en la inauguración del Café cantante Villa Rosa de Madrid, bajo la dirección de Pajares (cit. en el blog El Duende flamenco aquí) y la participación , en el Teatro de la Zarzuela en el año 1928en el concurso Copa Antonio Chacón para el cantaor y Copa Ramón Montoya para el guitarrista, que obtuvieron respectivamente José Cepero y un joven Luis Maravilla

 

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(Imagen extraída del blog Papeles flamencos aquí)

 

    Y a finales de los años veinte, Ramón Montoya participó en un acto de celebración de homenaje a los hermanos Machado, creadores de la obra «La Lola se va a los puertos».

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Entre otros artistas están los guitarristas Ramón Montoya, Manolo de Badajoz y Perico el del Lunar (Imagen extraída del blog Flamenco en mi memoria aquí)

 

    En los años 30 Ramón Montoya formó parte de la compañía que configura el empresario Vedrines para realizar una gira con inicio en Madrid y actuaciones en Gijón y Oviedo. Junto al guitarrista madrileño, los bailaores María Amaya Fajardo, Estampío y La tribu faraónica del Albaicín de Granada, y los cantaores Angelillo, El Americano y El Niño de las Marianas (ver blog Flamencas por derecho aquí). 

    Entre las actuaciones que realizó en los años 30, destaca su participación en el Teatro Maravillas de Madrid dentro de un espectáculo de Carmen Amaya así como en el Apolo de Valencia formando parte del espectáculo «Ópera flamenca» junto a Antonio Martínez, Concha Borrull, Niño de Marchena y, según la crónica, «el estupendo profesor de la guitarra, Ramón Montoya» (citado en «Las provincias» 17 de junio de 1932,  ver en el blog Flamencas por derecho aquí). 

     La década de los treinta fue el período más internacional de Ramón Montoya llevando a cabo varios recitales en París, ciudad en la que actuó durante ocho meses, en la Sala Pleyel en solitario, y en la Ópera cómica acompañando a La Argentinita. Otras ciudades europeas en las que actuó fueron  Bruselas, Londres y Suiza. (Sobre las actuaciones como guitarrista solista en París, ver la entrada en este blog sobre Ramón Montoya)

     Montoya también viajó hasta Sudamérica, haciendo referencias él mismo a sus conciertos en Buenos Aires
     «En mi actuación en Buenos Aires, mi repertorio estará integrado por interpretaciones en la guitarra, en mi «leona» de arte flamenco puramente clásico, como soleares, malagueñas, granadinas, mineras, tarantas, rondeñas, bulerías, tango en mayor y menor, guajiras, farrucas, seguidillas y la rosa, y ejecutaré cada una de ellas con arreglo a los deseos del público, que por espacio de tantos años he pensado conocer por tantas referencias que de él tenía». («La Nación», Buenos Aires, 11 de mayo de 1937, cit. en el blog Cante y toque aquí).

    Entre las grabaciones que realizó en esta tercera década del siglo XX, destacan las que realizó Ramón Montoya como guitarrista solista junto al saxofonista Fernando Vilches, entre otras obras con una colombiana, pioneras en el flamenco instrumental tras sus propias grabaciones en la década de los veinte y las grabaciones como solista que realizó Miguel Borrull, hijo.

    Y entre las grabaciones de acompañamiento al cante, entre otros acompañó a Juanito Valderrama, a José Ropero Mirando «El Niño de Priego», por fandangos y guajiras, a Pepe Marchena, por soleás, seguiriyas y bulerías por soleá, y a Juan García Luque «El Cojo Luque», por fandangos y tarantas (Cit. blog Flamenco en mi memoria, se pueden  escuchar audios  aquí).

    Entre las distintas colaboraciones que Ramón Montoya realizó en diferentes ámbitos musicales, destaca su participación como autor musical junto al maestro Modesto Romero en la película «Paloma de mis amores», dirigida por Fernando Roldán y protagonizada por El Niño de Marchena y la bailarina Ana María  (cit. en el blog El Sueño  de Don Ramón Montoya  aquí).

    Por último, en la década de los cuarenta, en el duro período que le tocó vivir de la posguerra poco antes de su muerte, Ramón Montoya participó en distintos espectáculos flamencos que recorrían la geografía española.

 

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(Imagen extraída del blog Papeles Flamencos aquí)

 

     En el año 1945, el propio Ramón Montoya actuó en el homenaje que le hicieron en el Teatro Fuencarral de Madrid para celebrar su 50 aniversario como artista.

 

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(Imagen extraída del blog Papeles flamencos aquí

 

   Poco antes de su muerte, en el año 1948 se hace cargo de la dirección artística del Restaurante Solear, presentando un gran cuadro flamenco.  

 

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(Imagen extraída del blog Papeles Flamencos aquí)

 

 

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La guitarra propiedad de Ramón Montoya «la leona» constuida por Manuel Ramírez (Imagen extraída del facebook El sueño de Don Ramón Montoya aquí)

 

 

FLORENCIO CAMPILLO GARCÍA (Madrid, 1880-¿?, s. XX)

      La breve referencia biográfica que se conoce del guitarrista Florencio Campillo se encuentran en la obra de Domingo Prat. Según Prat, Campillo fue autodidacta y «desde la temprana edad de 16 años, empezó a recorrer toda la península, habiendo actuado en Lisboa, Suiza, París, Bruselas, parte de Alemania y de Inglaterra, etc.» (pág. 73).

     Florencio Campillo fue el guitarrista acompañante de bailaoras como Laura de Santelmo, la Andalucita y Pastora Imperio y de cantaores como Angelillo

    Según Blas Vega y Ríos Ruiz, «Durante los años 1926 y 1928 participó en los elencos flamencos del Monumental Cinema de Madrid, donde alternaba sus comparecencias en público con la dedicación a la enseñanza de su arte»(Vol. I, pág. 137)

     La última referencia conocida de Florencio Campillo es esta crónica, por lo que su fallecimiento, que se desconoce, debió producirse después de los años 30

 

LUIS CASIMIRO MOLINA JIMÉNEZ «LUIS MOLINA» (Madrid, 1883-San Sebastián, 1919)

      La escuela madrileña del toque de finales del siglo XIXprincipios del siglo XX se completó con Luis Molina, junto a la figura de Ramón Montoya. Norberto Torres describe los inicios de Luis Molina, quien era sobrino de Manuel Molina y hermano del también guitarrista Antonio Molina, en el Café del Gato de Madrid junto a Ramón Montoya, realizando actuaciones en la tertulia de Manuel Ramírez (ver artículo aquí). 

    La década de los diez del siglo XX es la época central en la que Luis Molina se convirtió en el guitarrista de La Niña de los Peines, ambos establecieron una relación profesional fructífera con grabaciones discográficas y actuaciones varias hasta al año 1917, cuando fue sustituido por el guitarrista Currito de la Jeroma (citado en el blog La Gazapera  aquí).

     En el año 1918, la prensa recoge las actuaciones que Luis Molina realizó junto a los cuadros flamencos en teatros de Madrid, concretamente en el Gran Kursaal, en el que se anuncia «un gran cuadro de canto y baile flamenco del que forma parte el famoso tocador de guitarra, Luis Molina, el bailarín Faíco y la clásica y notable bailadora Juana la Macarrona» (Cit. en «El Liberal Arriacense, 21-12-1918, en el blog Flamencas por derecho aquí).  

    Luis Molina falleció en accidente de tráfico prematuramente, lo que impidió que siguiera formando parte de la élite guitarrística flamenca de principios del siglo XX.  

MANUEL NAVARRO CORZON «PATENA» (Madrid, 1883-¿?, s. XX)

     Los inicios de Manuel Navarro fueron con los guitarristas González y Magalena, según Domingo Prat, fijando su residencia en Madrid «tocando en teatros y circos, en selectas reuniones   que se celebraban con el fin de escucharle; como en ‘Tablaos’, que encierran la nota típica del ‘cante jondo’, y es el medio en que ‘Patena’ muestra sus buenas cualidades de instrumentista.» (pág. 225).  

   Manuel Navarro «Patena» destacó como profesor de guitarra en Madrid, según Domingo Prat, «en esta rama llamada de arte ‘flamenco’, siendo apreciado como un competente maestro de este género musical» (pág. 225). Entre sus alumnos, se encuentra la guitarrista flamenca madrileña Victoria de Miguel y Carmencita González.

    Según  Domingo Prat, Carmencita González fue presentada por su maestro, «el famoso Patena» a los 11 años en febrero de 1930 en un teatro madrileño, por lo que deducimos que el fallecimiento del guitarrista Manuel Navarro se tuvo que producir en fecha posterior a los años treinta.

 

 

JOSÉ SIRERA PRATS (Barcelona, 1884-1931)

José Sirera perteneció a ese grupo de guitarristas que supieron compaginar sabiamente la guitarra clásica con la flamenca, e incluso otros cordófonos de plectro como la mandolina, la bandurria y el laúd, transitando entre los distintos géneros musicales sin dificultad.

     Según la biografía de Domingo Prat recogida en su libro Diccionario de guitarristas (pág. 296), José Sirera tuvo una gran afición a la guitarra desde niño «cultivándola en su estilo andaluz llamado ‘flamenco'» y los profesores de los que aprendió fueron «Francisco Escudé, el célebre Miguel Borrull, padre, y Antonio Romero, con quien, siendo muy joven, hizo una brillante gira artística por distintas regiones de España, siempre dentro de aquel ambiente.» Desgraciadamente, de estas giras de José Sirera junto a Antonio Romero tocando la guitarra flamenca que cita Prat, no consta ninguna otra información.

   Posteriormente estudió guitarra clásica e interpretación de instrumentos de plectro, titulación que adquirió al obtener el diploma en el Conservatorio del Liceo de Barcelona.

     Prat anota la incapacidad de José Sirera de poder dedicarse exclusivamente a la interpretación de la guitarra: «El ambiente refractario a la guitarra en su ciudad hizo que no pudiese desprenderse de ocupaciones, ajenas a la música» por lo que decidió desplazarse a Buenos Aires en el año 1911 y tras unos meses de permanencia se volvió a España.

     Desde fecha temprana, José Sirera consta como profesor de guitarra e instrumentos de plectro, anunciándose en «Lecciones claras y concisas del folklore andaluz, por música o por numeración» y sigue Prat: «Por su enseñanza y conocimiento fué uno de los profesores más solicitados en aquella gran ciudad durante estos últimos años; donde, muy a su pesar, tampoco pudo independizarse, teniendo que conservar, junto a tanta labor instrumental, un modesto empleo administrativo.»

      Como fruto de su labor pedagógica, José Sirera publicó divesos métodos, como el Método de guitarra por cifra compasada (ca. 1920), dirigido a un estudiantes desconocedor del solfeo y por lo tanto cercano al flamenco y al folclore, así como obras de concierto en las que mezclaba repertorio clásico, flamenco y folclórico. 

 

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(Imagen extraída del blog Todo Colección aquí

 

PEPE NARANJO OLMO «PEPE OLMO» (Morón de la Frontera, 1885-Utrera, 1955)

Pepe Olmo fue un guitarrista seguidor de la escuela de Paco de Lucena, especialmente a través de las enseñanzas de Pepe Mesa, guitarrista local que a su vez aprendió de El Niño de Morón. Por lo tanto, Pepe Olmo es el continuador en la escuela moronense de la guitarra flamenca y a su vez transmisor a la principal figura del toque de Morón, Diego el del Gastor (Citado en el blog Andalucía aquí)

MATILDE CUERVAS (Sevilla, 1887-)

 

  

 

JOSEFA MORENO «LA ANTEQUERANA» (Antequera (Málaga), 1889-¿?, s. XX)

 

    Fernando el de Triana en su publicación de los años treinta ya hizo referencia a que La Antequerana, además de ser una buena cantaora «era una guitarrista de buena escuela» (pág. 243).

    Por su parte, Blas Vega y Ríos Ruiz aportan más datos concretos sobre su faceta como guitarrista (1988, pág. 27). En su debut como cantaora en Jerez de la Frontera actuó en el Café Cantante La Primera de Jerez «acompañándose ella misma sus cantes con la guitarra».

    Principalmente la información sobre su vida artística resalta su faceta de cantaora, actuando en diversas ciudades, como Melilla, Tánger, Málaga, Madrid, Nueva York, La Habana, México y Sevilla, acompañada por la guitarra de Ramón Montoya. 

    La prensa local de la primera década del siglo XX cita su doble faceta de cantaora y guitarrista:

    «Reapareció La Antequerana, cantadora y tocadora de flamenco de gran renombre, que tiene que repetir, entre estruendosos aplausos, casi todo su repertorio» (El Eco Artístico, 5-9-1914, citado en el blog Flamencas por derecho aquí ).

     «Concert madrileño. Continúan siendo las atracciones del programa de este local La Cotufera, bailarina prodigiosa que maneja admirablemente los palillos, y La Antequerana, que canta flamenco y toca la  guitarra con gran maestría» (El Eco Artístico, 25 de julio de 1914, cit. en el blog El Eco de la Memoria  aquí). 

 

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«Eco Artístico», 5 de agosto de 1914 (Imagen extraída del blog El Eco de la Memoria aquí)

 

    Y sobre la reacción del público, las crónicas reflejan el éxito obtenido por la cantaora y guitarrista:

     «Las Delicias. La cantadora y tocadora de flamenco tan celebrada La Antequerana actuó breves días por tener contratos pendientes, y escuchó justos y estruendosos aplausos.» («El Eco Artístico», 5 de septiembre de 1914, cit. en el blog El Eco de la Memoria  aquí).

    En los años sesenta, afirma Blas Vega, La Antequerana «se ganaba la vida cantando con su guitarra por los lugares madrileños de Cuchilleros, Puerta Cerrada y la Plaza de Santa Ana» y describió a la cantaora que»Era todo un personaje de la noche madrileña. Menudilla, con ojos brillantes de ratita, muy mal trajeada, con su cigarro en la boca avivando su bronconeumonía, y su guitarra bajo el brazo dentro de un destartalado estuche.»

 

TERESITA ESPAÑA (Sevilla, finales s. XIX-2ª mitad s. XX)

     La larga trayectoria artística de Teresita España abarca con el inicio entre la década de los diez del siglo XX y una de sus últimas actuaciones documentadas en el año 1963. En este intervalo de casi cincuenta años, la artista sevillana destacó como intérprete cantaora, cancionista, bailaora, bailarina y guitarrista.  

    Según Blas Vega/Ríos Ruiz: «Su trayectoria artística se proyectó en base a los recitales, acompañándose ella misma con la guitarra, en grandes teatros, interpretando amplios repertorios de sus diferentes facetas» (1980, pág. 277).

 

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«Eco Artístico», 25 de octubre de 1916 (Imagen extraída del blog Flamencas por Derecho aquí)

 

 

    La biografía más completa de la artista sevillana ha sido editada recientemente en diversas entradas del blog Flamencas por Derecho, sitio web de donde extraemos toda la información siguiente de las crónicas periodísticas (ver blog aquí )  . También Eulalia Pablo Lozano en su publicación Mujeres guitarristas (Sevilla: Signatura Ediciones, 2009) ha recopilado los datos conocidos que coinciden en su mayor parte con los del blog citado.  

De estas crónicas periodísticas destacamos las noticias que resaltan la faceta guitarrística de Teresita España:  

     «Debutó Teresa España, graciosa cupletista que se distingue en el cante flamenco acompañándose ella misma a la guitarra con singular maestría y logrando todas las noches entusiastas ovaciones» (El Eco Artístico, 25 de febrero de 1916)

           «En su despedida, la artista levantó en algo a los espectadores con las canciones flamencas que ella interpreta a la guitarra y se acompaña» (El Eco Artístico, 15 de marzo de 1916)

      Según las mismas crónicas, parece ser que Teresita España tocaba la guitarra sobretodo al interpretar cantes flamencos, mientras que en su repertorio cancionístico se acompañaba de orquesta

                «Su voz suena a caricia, a música deliciosa que nos deleita y extasía, y si en los aires regionales acompañados por la orquesta, Teresita España nos hace aclamarla con entusiasmo, cuando la guitarra deja oír sus notas y la artista suelta sus trinos armoniosos o vibrantes, no hay más remedio que acordarse de Sevilla»(El Eco Artístico, 25 de octubre de 1916).

               «Por que Teresita España […] maravilla por las facultades y estilo con que las interpreta a la guitarra, instrumento que ella domina a maravilla y con el que acompaña todo su selecto repertorio.» (El Eco Artístico, 15 de marzo de 1918)

    En estos primeros años, Teresita España realizó una gira americana y actuó en escenarios de Madrid, Lisboa, MadridBarcelona, Zamora, Sanlúcar de Barrameda, Jerez de la Frontera, o Buenos Aires (ver en el blog citado aquí). 

       A finales de la década de los diez, Teresita España realizó  las primeras grabaciones  para la compañía discográfica Gramófono que continuó en las décadas siguientes. Entre los títulos que grabó destacan Sevillanas, Fandangos Alosno, Bulerías, Tangos, Tarantas, Trianerías, Guajiras, El Tirintintero, Tanguillos, Fandangos de Huelva y Salías gitanas

       Las referencias a su interpretación a la guitarra continúan a lo largo de la década de los veinte y por primera vez aparece en la prensa una referencia a la cantaora como «concertista de guitarra»(Eco Artístico, 16-2-1920).

     A continuación, otros extractos de las crónicas en las que hacen referencias a su faceta guitarrista: «la guitarra toca con extraordinaria habilidad» (El Adelanto, 19-12-1921); «Teresita España cantó y se acompañó a la guitarra lo mejor de su repertorio» (La Libertad, 1-2-1921); «sus coplas y su guitarra triunfaron una vez más plenamente, deliciosamente» (ABC, 30-12-1921); «Con la guitarra, con los palillos, cantando saetas, ninguna estrella puede oscurecer el brillo extraordinario de esa gitana» (la Voz, 30-6-1922); «hay que agregar su maestría tocando la guitarra y sus portentosas facultades en el cante jondo» (La Correspondencia de España, 21-7-1922); «todos los días en sus canciones y en su interpretación en la guitarra de cosas flamencas es aplaudidísima» (Heraldo de Madrid, 13-12-1922); » Teresita España tocó maravillosamente la guitarra» (La Correspondencia de España, 2-4-1924); «Teresita España muy aplaudida en sus cuplés y en las coplas andaluzas que ella misma, y muy bien por cierto, se acompaña a la guitarra» (La Unión Ilustrada, 26-4-1925). 

       De entre todas las referencias, destacamos la siguiente por su significado: 

                           «Teresita España es la única estrella que jamás cansa por su extenso y variado repertorio, pues lo mismo canta el cuplé fino que los aires andaluces y lo mismo baile que da un concierto con la guitarra» (Diario de Almería, 14-5-1924)

     En la revista Nuevo Mundo aparece la letra y la partitura de una de sus canciones, la titulada «Mi Guitarra»:

       Cuando toco la guitarra/pongo en ella mi ilusión/según la cuerda que toco/así siente el corazón (ver completa aquí). 

      A partir de mediados de los años veinte el guitarrista Carlos Verdeal acompaña a Teresita España en sus espectáculos y tras una larga gira por tierras americanas, en la que actuó en ciudades como Nueva York Buenos Aires, de nuevo Carlos Verdeal le acompaña.

    Eulalia Pablo Lozano aporta el dato de que las canciones de Teresita España se escuchaban también en la radio

    «Madrid. Radio Ibérica. Teresita España cantará: ‘Esa es Sevilla’, ‘Saetas’, ‘La Virgen del Carmen’ y ‘Tango flamenco’, acompañada a la guitarra por el tocaor Carlos Verdeal.» (2009,  pág. 95)

       A partir de entonces, las crónicas no hacen referencia con tanta frecuencia a que la artista se acompañaba a sí misma a la guitarra aunque sí en ocasiones recalcan este hecho:      

                            «Teresita España cantó con la guitarra unas guajiras y una milonga que despertaron el entusiasmo de la galería» (La Voz, 29-10-1929); «acompañándose ella misma a la guitarra, interpreta un repertorio de cante flamenco compuesto por fandanguillos, farrucas, guajiras, milongas flamencas, granadinas y saetas sevillanas» (La Vanguardia, 19-4-1930). 

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Mundo Gráfico, 17-9-1930 (Imagen extraída del blog Flamencas por derecho aquí)

     Las últimas referencias sobre sus actuaciones se remiten a mediados de los años treinta. A partir de ahí, no se tienen nuevos datos de sus posibles actuaciones hasta su reaparición en los años sesenta en una gala en Sevilla: «Otra sevillana ausente mucho tiempo, Teresa España, interpretó milongas y guajiras, acompañándose magistralmente con la guitarra» (ABC, 1-3-1963). 

 

 

 

ADELA MARTÍN CUBAS «ADELA CUBAS» (¿?, s. XX- Madrid, 1923)

     La primera referencia que se tiene de esta mujer guitarrista es del año 1900 que la reseña como «la joven y simpática profesora de guitarra Adela Martín Cubas» por lo que deducimos que debió de nacer entre las décadas de finales de los ochenta o noventa del siglo XIX.

 

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(Imagen extraída del blog Flamencas por derecho aquí)

     

 

     En la entrada sobre Adela Cubas del blog Flamencas por derecho se relata diversos hechos biográficos explicados en 1910 por la misma artista a Carmen de Burgos y publicada por la periodista bajo el título «Colombine» en su libro Confidencias de artistas (1916).

    En dicho relato biográfico, se expone cómo Adela Cubas fue autodidacta y sólo la necesidad fue su aliada para que su familia consintiera en que se dedicara a tocar profesionalmente el instrumento.

   Desde la primera reseña de la guitarrista anteriormente citada, en el año 1900 en el Heraldo de Alcoy (Alicante) Adela Cubas es presentada como guitarrista solista, que se acompaña a sí misma ocasionalmente:

    «Como en presencia de lo bueno somos todos exigentes, no nos dimos por satisfechos oyéndola tocar, del modo magistral que lo hacía, le suplicamos que nos cantase algo que nos transportara a la hermosa Andalucía, y así lo hizo» (Cit. en el blog Flamencas por derecho aquí).

Según los datos del fallecimiento aportados por David Pérez Merinero, la muerte de la guitarrista ocurrió en Madrid en el año 1923.

 

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(Imagen extraída del blog Papeles flamencos aquí)

 

ÁNGEL DE BAEZA (Baeza (Jaén), s. XIX- Madrid, s. XX)

     Los primeros datos completos del guitarrista Ángel de Baeza fueron proporcionados por Blas Vega y Ríos Ruiz en su publicación del año 1998. En dicha publicación se destacan los inicios de Ángel de Baeza en la década de los años diez del siglo XX, en reuniones de colmaos, teatros y cafés cantantes, principalmente en Los Gabrieles, el Hotel París y el Teatro Novedades de la capital madrileña, mientras que en la Ciudad Condal actuó en el Villa Rosa.

En relación a su toque, Blas Vega/Ríos Ruiz reseñan que «Junto a Rafael Marín, fue el precursor de la técnica guitarrística flamenca moderna, que después ampliaron y engrandecieron Luis Molina y Ramón Montoya» (1998, pág. 69).

    Junto a estos primeros datos, las fuentes de hemeroteca han evidenciado con mayor detalle la participación de Ángel Baeza como guitarrista acompañante al cante en numerosos locales madrileños: en el Café de La Marina, convertido después en el Nuevo Cine Bello y donde acompañó a la cantaora Alfonsa Jiménez, y en el Café del Brillante, último local donde, a principios del siglo XX, acompañó a una joven Pastora Pavón de 12 años:

      «Cuando fue a cantar, el guitarrista Ángel Baeza, que era quien tenía que acompañarla, le preguntó que en qué tono lo hacía, contestándole la niña que en el que le diera la real gana. El guitarrista se sorprendió de su osadía y pensó que no sabía cantar con guitarra. Sin embargo, cuando Pastoricita comenzó a estirar la voz, enseguida se percató de que estaba ante un nuevo fenómeno del cante andaluz, ante un diamante por pulir.» (cit. en Manuel Bohórquez, La Niña de los Pines en la casa de los Pavón, pág. 37). 

     Ángel de Baeza grabó acompañando el cante de La Rubia de las Perlas  y el de Paca Aguilera en la primera década del siglo XX.

    Pese a que la flamencología no dispone de demasiados datos sobre su vida artística, Ángel Baeza fue citado en fuentes francesas entre los guitarristas más conocidos de la época:

 

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Lionel de Laurencie y Albert Lavignac: Encyclopédie de la musique (11 vols., París, 1913-31). 1926, pág. 2016 (Imagen extraída del blog El Afinador de Noticias aquí)

 

Ángel de Baeza acompañó a la Rubia de las Perlas en un cante por tarantas:

 

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(Imagen extraída del blog El Arte de Vivir el flamenco aquí)

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • CARBONELL, AGUSTÍN «El Bola». El sueño de Don Ramón Montoya