Antonio Cano

ANTONIO CANO

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[Si quieres utilizar el texto como referencia: Castro Martín, María Jesús, 2014. La guitarra flamenca en el siglo XIX. Seis obras originales para cuarteto de guitarras flamencas, p. 7. Madrid: RGB Arte Visual.]

 

la guitarra flamenca en el siglo XIX
La Guitarra Flamenca en el siglo XIX. Cuarteto Al-Hamra. Obras originales de Manuel Granados

 

Antonio Cano (Lorca (Murcia), 1811-Madrid, 1897) inició su carrera guitarrística animado por Dionisio Aguado y desarrolló su trayectoria profesional en Madrid después de aprender armonía y composición. Tras varias giras por España, publicó en la década de los 50 del siglo XIX diversos «Álbumes de composiciones para guitarra» y su conocido «Método completo de guitarra» en el año 1852.

 

Antonio-Cano

 

La mayor contribución de Antonio Cano al repertorio guitarrístico clásico fue el perfeccionamiento de la técnica del trémolo a través de su estudio, proceso que aplicó principalmente en dos obras: en el último estudio nº12 de su «Método completo de guitarra», que lleva por título «Otro estudio» de trémolo y en «El Delirio», obra de concierto en trémolo nº1 que se publicó en el «2º álbum de seis composiciones para guitarra» .

Esta aportación tuvo una influencia decisiva en el uso de la técnica del trémolo, no sólo en la guitarra clásica, con obras posteriores majestuosas como «Recuerdos de la Alhambra» de Francisco Tárrega, sino también en el ámbito de la guitarra flamenca. Se tiene constancia que el guitarrista clásico-flamenco Francisco Sánchez «El Jerezano» interpretó, junto a las obras de Julián Arcas y composiciones propias flamencas, la obra «El Delirio», con el subtítulo «Melodía de Cano», en varios conciertos en los años 1884 y 1885 en el Café del Centro de Jerez y en el Centro Filarmónico de Córdoba, respectivamente.

 

EL DELIRIO Antonio Cano

 

Esta obra de Antonio Cano, conocida como «El Delirio», es una fantasía compuesta de un desarrollo melódico a través de un trémolo clásico de dos notas aún incipiente. Asimismo, Julián Arcas compuso con posterioridad una obra también titulada «El Delirio» en la que se ejecuta un trémolo, a modo de fantasía con tema y variaciones, ya de tres notas.

Este trémolo clásico de tres notas es el que fue común en el llamado Flamenco antiguo, entre las primeras generaciones de guitarristas, y se convirtió en el principal recurso melódico que favoreció la consolidación de estilos no métricos, especialmente los cantes de Levante y, en general los derivados de los fandangos, al ampliar los limitados recursos del toque de pulgar y rasgueo indicados para el acompañamiento rítmico de los cantes y bailes.

En definitiva, la importancia de la obra de Antonio Cano reside en su aportación del recurso técnico del trémolo a la obra guitarrística flamenca de concierto, al exceder el ámbito clásico y, a través de Julián Arcas y Francisco Tárrega, llegar hasta guitarristas como Francisco Sánchez, Rafael Marín y Miguel Borrull quienes adquirieron dicho recurso como propio. Ramón Montoya lo recreó y le dio una mayor identidad flamenca al convertir el trémolo clásico en el trémolo flamenco de cuatro notas o tetrámolo.

La obra que da inicio al CD que presentamos del Cuarteto «Al-Hamra», «Romance en trémolo flamenco», está dedicada por su autor, Manuel Granados, a Antonio Cano, inspirada sobre un motivo de Rafael Marín y, en palabras del propio autor:

Se desarrolla exclusivamente con el mecanismo de trémolo flamenco en la tonalidad de Re mayor, con un tránsito momentáneo al modo flamenco en Fa#. Compuesta de elementos melódicos intensamente expresivos, consta de una introducción, puente, dos temas y un finale a tempo de vals, que genera una sensibilidad y placidez característica de la época.