Revista ZocoFlamenco (II), nº15, abril 2017, «Folclore y flamenco en el mes de abril»

Revista ZocoFlamenco (II), nº15, abril 2017, «Folklore y flamenco en el mes de abril»

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[Artículo original de María Jesús Castro en Revista ZocoFlamenco, Nº 15, abril 2017, pp. 20, 21]

   En el mes de abril tienen lugar dos de las fiestas más importantes de hoy día para los principales agentes sociales que intervinieron en la gestación del flamenco: la música popular andaluza con su manifestación central en la Feria de Abril y el pueblo gitano con la celebración del 8 de abril. Del ayer al hoy, otras músicas con otras fiestas fueron el germen inicial del origen del flamenco.

Sin duda, en abril el folclore andaluz es el protagonista. El ritmo y las melodías de las sevillanas son el transcurrir sonoro de este mes refranero tan lluvioso que da inicio a la primavera. Sevillanas en la Feria de Abril de Andalucía, Cataluña o Madrid, sevillanas en los centros culturales andaluces, en las peñas flamencas y en las escuelas de baile. Sevillanas y más sevillanas. Hoy por hoy, las sevillanas son uno de los estilos de baile con más aprendices cuya popularidad trasciende cualquier otra forma de baile folclórico y traspasa todas las barreras generacionales, étnicas y sociales conocidas. Por unos días, miles de aficionados se convierten en bailarines experimentados en la coreografía del baile de sevillanas; niños, niñas, jóvenes y mayores, sin importar clase, género o condición, se reúnen en comunidad para festejar bailando la llegada del buen tiempo y disfrutar del baile en pareja con los pasos básicos, los cruces o los careos.

 

sorolla
Sevilla. Autor: Sorolla

 

    Precisamente, esta vinculación tan personal e intensa de la música con el baile explica uno de los motivos del por qué las sevillanas no forman parte del repertorio del flamenco, del por qué las sevillanas no han dejado nunca de pertenecer al folclore.

La popularidad actual de las sevillanas es equiparable con el éxito que tuvieron los fandangos y las jotas en el siglo XIX, estilos todos ellos que tienen en común su carácter bailable de ritmo ternario en ciclos de seis tiempos, pero, a diferencia del fandango o la jota folclórica que se introdujeron en el repertorio flamenco transformando una parte de su estructura y se convirtieron en los fandangos flamencos y las alegrías gaditanas respectivamente, las sevillanas no alteraron el referente coreográfico del folclore popular por lo que nunca se emancipó de su prototipo bailable.

Sin embargo, también ha habido una incursión de las sevillanas en el repertorio flamenco de la mano de cantaores andaluces, la mayoría sevillanos, según un proceso habitual en la formación de los cantes flamencos por el que los cantaores fueron modificando en primer lugar los estilos folclóricos que conocían en su área de nacimiento. Antonio Pozo El Mochuelo, La Niña de los Peines, Manuel Escacena y Bernardo el de los Lobitos, entre otros, todos ellos fueron grandes intérpretes del cante por sevillanas. Camarón de la Isla y El Pele flamenquizaron definitivamente la sevillana al incorporar el modo flamenco en su estructura armónica y al ampliar los ciclos de las frases musicales.

 

Julio romero de Torres
«La Niña de los Peines». Autor: Julio Romero de Torres

 

Pero no sólo el cante realizó alguna transformación del estilo inicial folclórico, también la guitarra incorporó las sevillanas al repertorio solista de concierto, Juan Serrano, Mario Escudero, Sabicas, Ricardo Modrego y Paco de Lucía interpretaron obras de sevillanas de concierto.

    A pesar de estos vestigios de formas vocales e instrumentales de sevillanas flamencas, las sevillanas no han dejado nunca de ser un estilo bailable folclórico, estilo que hoy día ha trascendido la fiesta local inicial sevillana y se ha convertido en un arquetipo musical del folclore español.

 

José Villegas Cordero
«En el embarcadero» Autor: José Villegas Cordero

 

Junto a las sevillanas, otras músicas que también se bailan en este mes de abril y que se vinculan con el repertorio flamenco son las bulerías, los tangos y las rumbas. Cantados o bailados, estos cantes festeros sirven a su vez de recorrido sonoro para la celebración del pueblo gitano del 8 de abril, día en el que los gitanos de todo el mundo conmemoran su fiesta más internacional, también los gitanos de Andalucía, Murcia, Extremadura, Madrid y Cataluña lo festejan con diversos actos.

    Pero estas bulerías y tangos, a diferencia de las sevillanas, sí que desarrollaron estilos de cante específicos que se integraron en el repertorio flamenco paralelamente a las formas de baile, cantes que han mantenido la polirritmia y el compás como signo identificativo del parámetro rítmico-métrico que aportó el pueblo gitano al asentarse en tierras andaluzas. Acentos, palmas, taconeos, tiempos y contratiempos, esta riqueza rítmica ha caracterizado desde el inicio la aportación gitana a la musicalidad del folclore español.

 

Zuloaga
«Baile gitano en una terraza de Granada». Autor: Ignacio Zuloaga

 

Y en ese proceso de creación del flamenco, payos y gitanos, melodías y compás, se unieron, no sabemos si en un lejano mes de abril, para dar lugar a un nuevo género musical diferente, distinto de los dos progenitores. El folclore andaluz, manifestado en contextos actuales como la Feria de Abril, y la musicalidad gitana, reforzada con la celebración hoy día del 8 de Abril, son un ejemplo de los estrechos vínculos que el flamenco ha tenido a lo largo de su historia con las distintas expresiones culturales españolas. Por ello, sólo nos queda celebrar ambas fiestas y participar de ellas como integrantes de la comunidad flamenca, disfrutando del folclore y del flamenco en este mes luminoso y radiante de abril.